En los últimos años la cultura del vino ha calado muy hondo entre los españoles. Todos queremos sacar ese sumiller que llevamos dentro. Solo hay que ver los muchos cursos que se hacen o las catas que las grandes bodegas ponen en marcha para captar a clientes. Cada catada es una oda a la inspiración y a la creación de ideas. Por eso, cuando ya estás metido de lleno en este mundo el siguiente paso es querer tener una pequeña bodega para hacer tu propio vino.
En Francia es muy habitual que las personas de campo tengan su propio viñedo, no suele ser más grande de un par de hectáreas pero recogen una uva de gran calidad que luego les sirve para hacer sus propios caldos o incluso para vender esa uva a grandes empresas y poder sacarse un dinero extra. Aunque bien es cierto que la mayoría lo usa para su uso y disfrute personal. Está claro que si estas bodegas existen es porque son lo suficientemente rentables como para generar beneficios en la explotación y permitir mantener al propietario y su familia el nivel de vida de una clase media francesa.
Aquí en España cada vez se ha ido poniendo más de moda. Aunque lo más habitual era la creación de bodegas cooperativas, lo que pasa es que estas solían ser muy grandes, con varios socios, y no daba esa sensación de vino artesanal que puede tener una pequeña bodega. También es cierto que en la época del boom inmobiliario era muy cool que los empresarios del ladrillo crearan una bodega, pero como era lógico, acabaron todas por desaparecer.
Inversión mínima
Para tener una bodega rentable, Los expertos en economía vitivinícola hablan de que hay que producir entre 3.000-10.000 botellas. En la rentabilidad de la producción de vino la economía de escalas tiene mucho que decir, por lo que es importante saber, que a mayor número de botellas producidas, menor es el coste de producción unitario por botella. Aunque como es lógico todo dependerá del tipo de vino que queramos elaborar. Porque no es lo mismo saber aprovechar y rentabilizar cada gota de mosto a no saberlo hacer. Es muy difícil obtener un beneficio y pagar el sueldo del responsable por debajo de las 10.000 botellas por año.
Materiales
Vas a necesitar el mínimo necesario para poner en marcha una bodega. El precio aproximado y orientativo de mercado te lo pongo, aunque ya sabes que esto puede cambiar mucho.Los depósitos son esenciales. El volumen de los depósitos para elaborar unos 4000 litros tiene que ser como mínimo de 6.000 litros, siendo el ideal de casi el doble, es decir 8.000 L. Estos depósitos pueden rondar entre los 3.000 y 5.000 euros. También necesitaras despalilladoras estrujadoras, bombas, mangueras, prensas, etc. Lo mejor para esto es entrar en la web de Boada Tecnología y dejarte asesorar porque cómo verás hay un montón de elementos, eso dependerá de la calidad y el tamaño que quieras dar a tu bodega.
Para embotellar necesitaremos: una llenadora, una taponadora y si queremos vestir la botella, una etiquetadora y una encapsuladora. La llenadora y taponadora son necesarias: 1.000€. La etiquetadora y encapsuladora pueden ser manuales, al menos al principio. Como puedes comprobar, al principio todo suma. Aunque es cierto que si le das continuidad a tu bodega, son artículos que no tienen porqué comprobarse cada año.
Comprar viñedos
El bodeguero no tiene por qué tener sus propios viñedos. Es muy habitual comprar la uva, lo que sale a uno o dos euros por kilo en la Rioja, a 80 céntimos en Ribera de Duero o a 10 céntimos en D.O. de menor solera como la Mancha. Otra opción es llegar a acuerdos de asociación con los agricultores para ceder los viñedos a cambio de dinero. Por eso, puedes aprovechar esas viñas para poder hacer negocio, y en vez de ser tú quien elabora el vino, dárselo a otro.
Cómo has visto, montar una bodega es complicado, requiere no sólo de un capital inicial sino también de constancia y perseverancia. Pero también te digo que puede ser viable y rentable. En resumen, una bodega para elaborar crianzas de calidad, con una capacidad de 5000 botellas al año por 17.800€. 5000 botellas a 10€ netos por botellas, haz el cálculo y sabrás si te merece la pena en invertir en vino o no.