Cuando decidimos embarcarnos en el gran mundo del emprendimiento, debemos tener en cuenta una serie de consejos y pautas que nos ayuden a no fracasar con nuestra idea de negocio (sobre todo si es nuestra primera vez emprendiendo).
Una de las cuestiones iniciales que debemos abordar es el proyecto o plan de negocio, ya que sin este no sabríamos gestionar prácticamente ningún asunto relacionado con nuestra empresa. Cuando empezamos a realizar dicho proyecto, nos surgen preguntas a las que debemos saber responder claramente como, por ejemplo: ¿Cuál es el modelo de negocio que dará paso a nuestra empresa soñada? ¿Cómo podemos distinguir cuál es el tipo de negocio perfecto para nuestra idea, y cómo de importante es elegirlo bien?
Si quieres conocer las respuestas a estas preguntas ¡quédate y te las contamos!
Plan o proyecto empresarial; ¿Cómo damos nuestros primeros pasos?
Imagina que ya tienes la idea para tu negocio ¡genial!
Tu idea es por ejemplo abrir una cafetería de gatos y ya piensas en un local que has visto con el cartel “se alquila” perfecto para tu negocio. Sin embargo ¿Cómo vas a dar tus primeros pasos? Necesitas saber cuánto capital necesitarás, cuanto necesitarás si contratas a algún empleado, cuánto te saldrá al mes cada inversión, si habrá reforma… En resumen ¡un lío!
Y es que un plan de negocios es como un mapa que te guiará hacia el éxito y te ayudará a tener todo organizado para no volverte loco. En este mapa, deben existir unos puntos claves para seguir y poder garantizar y explicar correctamente cada detalle relacionado con tu idea de negocio. Entre esos puntos, destacamos los siguientes:
- Resumen ejecutivo:
Este resumen debe contener una vista rápida de tu negocio y sus metas principales.
- Define tu modelo de negocio.
Existen varios tipos de modelos de negocios. Conocer tu segmento, tu tipo de clientes y en general, definir tu sector es muy importante para triunfar con tu empresa.
- Descripción del negocio:
¿Qué haces y por qué es genial? En el caso del café de gatos, por ejemplo, lo importante es asegurarse de que los clientes sepan por qué los gatos y las cafeterías casan tan bien; la clave está en la relajación de los amantes de los gatos ante la idea de tomar una buena taza de café.
¡Debes destacar los puntos que te hacen brillar!
- Análisis de mercado.
Mediante el análisis de mercado conocerás a tus competidores y descubrirás cómo destacar frente a la competencia.
¿Qué te hace diferente? ¿Cómo puedes ser mejor y qué puedes ofrecer que no encuentren los clientes en tu competencia?
- Organización y estructura.
¿Quién hace qué? Y, ¿Cómo está estructurado todo? Esto implica si tienes empleados, encargados, cocineros, limpiadores y todo lo relacionado con el personal de tu empresa en general.
Los organigramas son muy útiles para decidir y distinguir las tareas de un empleado u otro ¡te animamos a echarle un vistazo!
- Identificar el producto o servicio que ofreceremos.
¡Cuenta lo que ofreces y por qué es increíble!
Tus productos y servicios deben reflejar el lema de tu empresa y expresar tus deseos empresariales. Asegúrate de darles la importancia que merecen.
- Estrategia de marketing.
¡La publicidad es muy importante! ¿Cómo lograrás que la gente sepa que existes?
Publicitarte mediante redes sociales, anuncios online, en tienda física y demás es crucial para que las personas conozcan tus productos, saber dónde pueden obtenerlos y conocer con quién deben contactar para saber más sobre tu empresa.
- Análisis D.A.F.O.
El análisis D.A.F.O cubre los siguientes puntos acerca de tu negocio:
- Debilidades.
- Amenazas.
- Fortalezas.
- Oportunidades.
Descubre cuáles son estos puntos respecto a tu empresa y cúbrete la espalda contra los problemas que puedan surgir.
¡Nadie mejor que tú debe conocer cómo sacarte de cualquier problema antes de mostrarte débil ante la competencia!
- Plan de operaciones.
¿Dónde y cómo harás las cosas? ¿Sabes si será un local físico, o un negocio web?
- Plan financiero.
El plan financiero es indispensable para poder tener las cuentas al día; recuerda que debes mantener un registro mensual de gastos, inversiones y ganancias para saber si todo está yendo como debe ir respecto a tu negocio.
- Estrategias de crecimiento.
Si tu negocio va bien, puedes respirar tranquilo, pero ve pensando en cambios.
Y es que, el mercado es un sector muy variable (y más ahora con las nuevas tecnologías) por lo que debemos evolucionar rápidamente y pensar en estrategias nuevas para no quedarnos atrás y pasar a ser obsoletos.
Así que ve pensando: ¿Cómo crecerás y te expandirás?
- Riesgos y contingencias.
¡Ten preparado un plan b y c para cualquier sorpresa!
- Evaluación y control a lo largo del tiempo.
Recuerda que, una vez inicies tu negocio, deberás mantenerlo en el tiempo. Esto exige una evaluación y control constante por tu parte.
¡No dejes de lado ni un solo asunto relacionado con tu empresa y cúbrete bien de los problemas! Al fin y al cabo, esta idea nace de tu ilusión y de tus inversiones, así que debes cuidar de ella adecuadamente sin dejar ni un cabo suelto.
¿Qué ocurre si no definimos correctamente nuestro modelo de negocio?
Como hemos mencionado, no definir correctamente el modelo de negocio para nuestra empresa puede hacernos sufrir graves consecuencias, a corto y a largo plazo, como las siguientes:
- Gran falta de claridad empresarial.
Un modelo de negocio sólido proporciona claridad sobre cómo la empresa crea, entrega y captura valor. Si éste no está bien definido, careceremos de una dirección clara, lo que dificultará la toma de decisiones estratégicas y tácticas para llevar mejor nuestra empresa en general.
- Ineficiencia operativa.
Sin un modelo de negocio claro, cualquier operación realizada en nuestra empresa puede volverse ineficiente.
Y como bien sabe el equipo profesional de ActionProject, el papel del gestor es muy útil en este sentido, ya que éste puede ayudarnos a identificar áreas de mejora, optimizar procesos y garantizar que los recursos se utilicen de manera eficaz para respaldar el modelo de negocio.
- Dificultades para atraer inversiones.
Lógicamente, los inversores buscan empresas con modelos de negocio sólidos y sostenibles.
Si no podemos articular claramente cómo planeamos generar ingresos y ser rentables, es muy probable que tengamos dificultades para atraer inversores y tengamos que arreglárnoslas solos.
- Problemas financieros.
Un modelo de negocio mal definido puede llevarnos a tener diversos problemas financieros; los gastos pueden ser mal asignados, los márgenes de ganancias pueden ser insuficientes y en general, la empresa tendrá dificultades para mantenerse a flote económicamente.
- Competencia desleal.
Las empresas que no comprenden su propio modelo de negocio pueden ser más vulnerables a la competencia desleal: ésta se da cuando una empresa trata de ganar ventaja sobre sus competidores de una manera que no es justa ni ética. Esto incluye hacer publicidad falsa, copiar productos de otras empresas de manera injusta y vender productos a precios extremadamente bajos para eliminar a la competencia, entre otras prácticas poco éticas.
- Poca adaptabilidad frente al mercado.
En un entorno empresarial en constante cambio, la falta de un modelo de negocio flexible puede llevar a la incapacidad de adaptarse a nuevas circunstancias y hacer frente a los problemas que surjan.
- Problemas de marketing y comunicación.
La falta de comprensión de cómo se crean y entregan los bienes o servicios puede traducirse en dificultades para comercializar y comunicar correctamente la información y origen de dichos bienes o servicios.
Si no sabemos cómo trabajamos, de dónde sacamos los productos y cómo los distribuimos ¿Cómo vamos a poder proporcionar una información exacta a los demás?
Una vez entendamos la importancia de definir un modelo de negocio sólido, es hora de que conozcamos qué tipos de modelo de negocio existen. Sólo entonces, podremos elegir cual es el que más nos define como empresa.
Tipos de modelo de negocio.
- Modelo “freemium”:
Ideal para startups de software (nueva empresa, a menudo tecnológica, enfocada en la innovación y el crecimiento rápido). Ofrece servicios básicos gratuitos y cobra por características avanzadas o premium.
Esto atraerá a usuarios iniciales y facilitará la conversión a clientes que paguen una suscripción mensual. Muchas apps están designadas por este tipo de modelo de negocio.
- “E-commerce”:
Principalmente relevante para pymes (pequeñas y medianas empresas).
Vender productos en internet puede ser una forma eficiente de llegar a un público más amplio sin necesidad de una presencia física extensa.
- Plataforma o “Marketplace”:
Los startups pueden crear plataformas que conectan a diferentes partes interesadas, como compradores y vendedores. Las pymes también pueden participar en “marketplaces” existentes para ampliar su alcance.
- Modelo de caja y suscripciones.
Especialmente popular entre startups de productos físicos. Enviar cajas temáticas a los suscriptores puede generar ingresos recurrentes.
- Economía compartida:
Las colaboraciones se aplican a pequeñas empresas que comparten recursos, como espacios de trabajo o equipos, para reducir gastos. El coworking es un buen ejemplo que designaría este modelo de negocio.
Cuando elegimos cuál es el modelo de negocio más adecuado para nosotros, debemos considerar la naturaleza de nuestros productos o servicios, nuestro público objetivo y nuestras capacidades financieras.
Existen más modelos de negocio, como los minoristas, mayoristas, las empresas “freelance”, las franquicias ¡y muchos más! Sin embargo, consideramos que estos 5 son los mejores para tener en cuenta cuando empezamos un negocio con poca inversión o sin tener mucha idea.
Recuerda, siempre y cuando cuentes con la ayuda profesional de un buen asesor y dispongas de un buen plan empresarial ¡estarás dando pasos por el buen camino!