Tenemos un amigo, el más alegre y simpático de todos, que siempre que estamos de sobremesa, ya con las copas, siempre hace la misma pregunta. “Si tuvieras una puerta que te lleva a cualquier época de la historia, ¿dónde te gustaría ir?”. La verdad es que parece una chorrada, pero es la típica pregunta que te hace reflexionar y, sobre todo, con la que ya vas conociendo más a la gente.
Pues bien, yo siempre que la hace, lo tengo bien claro. Soy de esas personas que le gustaría viajar a la Edad Media. Todos se quedan un poco pillados cuando lo digo. Siempre están los que dicen que a la Antigua Grecia, por la belleza y la sabiduría, otros dicen que a los años 80 con la famosa Movida. Incluso los más atrevidos, o todo lo contrario, dicen que no quieren viajar a ningún lado, que se quedan bien como están.
Pues yo a la Edad Media. No sé de dónde me viene esta afición, aunque es cierto que siempre recuerdo con una sonrisa en mi cara cuando de joven, gracias a mi hermano, vi la película de los Monty Phyton de los Caballeros de la Mesa Cuadrada y sus locos seguidores. Si no las has visto, te la recomiendo, porque es una gozada. Con el paso de los años, la he vuelto a ver y siempre saco alguna enseñanza más. Es cierto que es una gran película pero que ha quedado siempre un poco eclipsada por la mítica La Vida de Brian. Pero la recomiendo 100%.
A mí es que eso de caminar por callejones empedrados, contemplar grandes castillos o participar en una feria de época con caballeros, bufones y mercados artesanales, me ha fascinado. Así que me he convertido en un fan de esta época. Y claro, como puerta del tiempo no tenemos todavía, eso se lo dejamos para los chicos del Ministerio del Tiempo, pues lo que hago es viajar a ciudades de Europa que tengan ese pasado. Lugar donde, como siempre digo yo y parezco un poeta, el pasado cobra vida y el ambiente medieval está más presente que nunca. ¿Te animas?
Carcassonne (Francia)
Si solo pudiera elegir un viaje en esa famosa puerta. Me iría a este lugar, situado en el sur de Francia Y es que es una ciudad fortificada parece salida de un cuento. Con murallas restauradas, torres y un castillo, Carcassonne ofrece un viaje directo a la Edad Media, y por poco dinero. En mi caso fui en julio, porque se celebra una espectacular recreación medieval con música, banquetes y combates de caballeros. Una gozada.
Rothenburg ob der Tauber (Alemania)
Este pueblo es una de las joyas medievales mejor conservadas de Europa. La verdad es que en mi primer viaje flipe mucho. Sus casas son de madera, tiene murallas y puertas fortificadas. Además, apunta que cada mes de septiembre se celebra el Reichsstadt-Festtage, una fiesta histórica con desfiles y personajes de época. Para flipar.
Ávila (España)
Vale, lleváis razón. En España contamos también con mucho pasado de la Edad Media. Y el ejemplo lo tenemos en Ávila. La ciudad castellana es famosa por su muralla impresionante que rodea el casco antiguo. Ahora bien, mola lo de dar un paseo por las calles empedradas y edificios románicos. Es una ciudad con alma medieval.
Además, aquí tengo una curiosa anécdota. En septiembre, el centro se transforma en un auténtico escenario medieval con cientos de puestos, espectáculos callejeros y juglares. Pues bien, recuerdo que fuimos a celebrar una despedida de soltero y lo que hicimos fue disfrazarnos de esa época.
Pedimos en la web La Torre de Marfil unos disfraces medievales que eran para flipar. La verdad es que no nos faltaba detalle, hasta el punto de que llegó una persona del Ayuntamiento y nos confundió con la gente que participa en su mercado medieval. Como suena.
Brujas (Bélgica)
Seguimos con nuestros viajes por ciudades europeas y ahora paramos en Brujas. O Bruges como dicen ahora los modernos. Pues bien, es conocida como «la Venecia del norte», y esta ciudad belga no solo deslumbra con sus canales, sino también con su arquitectura gótica y ambiente antiguo. Aunque no celebra una gran feria medieval, mola lo de caminar por sus calles es como retroceder siglos en el tiempo.
Óbidos (Portugal)
Cerca de España, tenemos Óbidos, una pequeña pero impresionante ciudad amurallada que te transporta a la Edad Media desde el primer paso. Además de su famoso licor de guinja, cada julio celebra un Mercado Medieval con trajes, torneos y cenas temáticas.