Organizar eventos es una actividad que parece tenerlo todo: creatividad, adrenalina, trato con personas, coordinación, innovación… pero también tiene un lado que muchas veces se pasa por alto: el impacto ambiental. Y no es un tema menor. Si te dedicas a esto, tarde o temprano vas a tener que asumirlo: la sostenibilidad, actualmente, es una necesidad.
Cada vez más personas, marcas y entidades buscan colaborar con empresas que se comprometan con el medioambiente. Y si tú eres capaz de integrar prácticas sostenibles que abarquen todos los aspectos de un evento, vas a tener una gran ventaja. La buena noticia es que no hace falta que te gastes mucho dinero ni que estudies una carrera. Solo hace falta tener una visión clara, rodearte de los colaboradores adecuados y tomar decisiones con un poco más de conciencia.
¿Por qué los eventos tradicionales ya no encajan en el mundo actual?
Un evento masivo puede generar residuos equivalentes a los de un pequeño pueblo en un solo día. No es exagerado. Toneladas de basura, emisiones provocadas por los desplazamientos, un derroche enorme de energía, materiales no reutilizables, comida desperdiciada, un gran desperdicio de agua… Como puedes ver, esto es algo que ya no se sostiene.
Además, todo esto tiene consecuencias que ya no se pueden esconder. Cada vez hay más conciencia social. Hay exigencias por parte de instituciones. La normativa ambiental está en aumento. Y, sobre todo, hay una demanda real por parte del público: la gente quiere consumir de forma más consciente. Ya no les da igual si el festival al que van, o la feria que visitan, deja una huella medioambiental enorme.
Por eso, si sigues organizando eventos como hace 20 años, te estás quedando atrás y, posiblemente, vayas a la ruina. Las empresas que no hagan este cambio están perdiendo oportunidades. Y las que lo hagan, van a destacar como referentes y llegar al éxito.
Lo que puedes hacer desde tu empresa para reducir el impacto
No necesitas cambiarlo todo de golpe, pero es importante que empieces a tomar decisiones con la sostenibilidad en mente. Aplica estas ideas desde ya:
Selecciona proveedores locales
Cuando eliges empresas que están cerca del lugar del evento, reduces la contaminación generada por el transporte de materiales y personal. Además, apoyas la economía local, que también es parte del enfoque sostenible. Es algo tan simple como priorizar un catering del barrio en vez de una empresa que tiene que hacer 300 kilómetros.
Opta por materiales reutilizables
En vez de usar carteles, estructuras o elementos decorativos de un solo uso, piensa en alternativas que puedan servir para más de un evento. El mobiliario, los soportes gráficos, los uniformes del staff… casi todo se puede diseñar de forma reutilizable si lo tienes previsto desde el principio.
Digitaliza todo lo que puedas
Invitaciones, programas, planos, horarios, entradas… todo eso puede ir en formato digital. Ya no hace falta imprimir miles de papeles que acaban en la basura. Las apps y los códigos QR lo hacen más fácil y hasta más cómodo para el público.
Iluminación y sonido eficientes
Parece un detalle técnico, pero no lo es. Usar tecnología LED, paneles solares portátiles o sistemas de sonido más eficientes energéticamente tiene un impacto real. Además, si calculas bien las necesidades desde el principio, evitarás gastar de más.
Gestión responsable de residuos
En este aspecto, hay que pensar en todo el sistema. ¿Quién recoge la basura? ¿Dónde va? ¿Se recicla? ¿Se reutiliza? ¿Puedes donar los restos del catering? ¿Qué haces con los objetos olvidados por los asistentes? Todo eso también es parte del evento, aunque ocurra detrás del escenario.
Movilidad y desplazamientos
Fomentar que la gente llegue en transporte público, bicicleta o coche compartido puede reducir muchísimo las emisiones. Puedes ofrecer información clara sobre las rutas, colaborar con empresas de movilidad o poner servicios de lanzadera desde puntos clave de la ciudad.
Cuidar el entorno donde se celebra el evento
Si el evento es en un parque, playa o espacio natural, el compromiso tiene que ser aún mayor. No puedes dejar restos. No puedes molestar a la fauna local. Y lo más importante: tienes que implicar al público para que respete ese entorno contigo.
Certificar la sostenibilidad es una forma de ganar confianza
Hay muchas maneras de decir que haces eventos sostenibles, pero si quieres que te tomen en serio, lo mejor es demostrarlo con una certificación. En este campo, una de las referencias más importantes es Eventsost.
Esta empresa se dedica a crear estrategias de sostenibilidad aplicadas a eventos y a certificar que realmente se están cumpliendo. Pero más allá de lo que ofrece, hay algo que conviene destacar: según la propia visión de Eventsost, certificar la sostenibilidad es más importante de lo que parece en nuestros días.
Desde su experiencia, una certificación permite dejar claro que lo que haces es un compromiso real, medible y verificado. Cuando una entidad externa valida que tus eventos cumplen con criterios medioambientales, estás dando un paso más: estás dejando de decir y empezando a demostrar.
Y eso, en este sector, es fundamental. Porque muchas empresas hablan de sostenibilidad sin cambiar realmente nada. Esa práctica se conoce como greenwashing, y cada vez está más vigilada por el público, por los patrocinadores y por la administración pública. Una certificación te protege ante eso. Es una prueba objetiva de que vas en serio.
Ellos lo explican así: “La certificación es un marco de trabajo que ayuda a identificar oportunidades de mejora, a profesionalizar la producción sostenible y a comunicar con transparencia”. Además, cuentan que muchas empresas que se certifican no lo hacen por exigencia de nadie, sino por decisión propia, como parte de una estrategia de diferenciación y mejora continua.
También hay que tener en cuenta que trabajar con grandes marcas, instituciones o clientes internacionales implica cumplir ciertos estándares. Y en muchos casos, la sostenibilidad ya está entre esos requisitos. Tener una certificación facilita mucho ese proceso. Te da una ventaja competitiva, sí, pero también te ahorra problemas y te prepara para nuevas exigencias legales o técnicas.
Por otro lado, si organizas eventos con frecuencia, contar con un sistema certificado te permite aplicar criterios sostenibles de forma constante, no solo puntual. Puedes evaluar cada evento, aprender de uno para el siguiente, y establecer protocolos que mejoren con el tiempo.
¿Y si hablamos de los beneficios reales para tu empresa?
Todo esto tiene un punto a tu favor. Hacer eventos sostenibles también te da ventajas muy concretas:
- Te posicionas mejor en el mercado: Muchas empresas buscan proveedores responsables. Si tú lo eres, te van a buscar.
- Ahorras dinero a medio plazo: Aunque algunas acciones sostenibles requieren inversión, muchas otras te ayudan a reducir gastos (energía, materiales, transporte…).
- Generas reputación positiva: Ser reconocido como una empresa que cuida el entorno te posiciona como líder y genera confianza.
- Te adaptas a nuevas exigencias legales: Las normativas medioambientales están cambiando. Si te adelantas, estarás preparado.
- Fidelizas clientes y patrocinadores: A las marcas les gusta colaborar con proyectos que suman, no que restan.
Ejemplos que ya están funcionando
No hace falta mirar demasiado lejos para encontrar buenos ejemplos. Hay festivales en España que ya funcionan con energía solar, ferias comerciales que han eliminado totalmente el papel, congresos que reutilizan materiales año tras año, y eventos deportivos que promueven la recogida selectiva de residuos entre el público.
La clave no está en hacer eventos perfectos desde el primer día, sino en avanzar. Cada vez más instituciones valoran estos esfuerzos. Algunos ayuntamientos incluso exigen planes de sostenibilidad para conceder licencias. Otros ofrecen bonificaciones a los eventos que demuestran prácticas responsables.
Y lo más importante: el público también lo nota. La gente valora que se les trate con respeto, y eso incluye preocuparte por el entorno que compartes con ellos.
Cómo puedes empezar tú desde hoy
Si tienes una empresa de organización de eventos, puedes aplicar esta mentalidad poco a poco. Aquí tienes un plan básico de arranque:
- Revisa tus eventos pasados y analiza qué impacto han tenido.
- Haz una lista de acciones que puedes implementar en el próximo evento: desde evitar el plástico hasta usar menos energía.
- Busca aliados locales, como empresas de reciclaje, proveedores sostenibles, o incluso asociaciones ambientales.
- Contacta con una empresa como Eventsost para asesorarte y certificar tu trabajo.
- Informa a tus clientes y asistentes de los cambios. Explícalo, compártelo, y crea conciencia desde tu propia marca.
- Evalúa resultados después de cada evento, aprende de lo que ha funcionado y mejora en el siguiente.
Lo que viene no es una tendencia, ha venido para quedarse
Las empresas de eventos que no se adapten a este cambio, lo van a tener cada vez más difícil. No se trata de algo temporal. Es el nuevo estándar. Y cuanto antes lo incorpores, más fácil será posicionarte como un referente.
La sostenibilidad es una manera de pensar, de trabajar, de relacionarte con tu entorno y con tus clientes. Si tú lo haces bien, vas a marcar la diferencia. No solo en el sector, también en cómo impactas en el mundo.
Hazlo porque es lo correcto. Hazlo porque te conviene. Hazlo porque cada vez más personas lo esperan de ti.