Conseguir los mejores servicios y productos desde casa es presente y futuro en nuestra sociedad actual. La comodidad que nos proporciona un elemento como Internet era inimaginable hace tan solo unos años y, en la actualidad, nos facilita la vida de manera sideral. Todo lo que nos podamos imaginar lo tenemos a un solo ‘clic’. Y esta puede ser una gran ventaja también si tenemos una empresa que gestionar.
Y es que todo lo que nos pueda simplificar el trabajo a los emprendedores es bienvenido. Afortunadamente muchos proveedores se han modernizado en este sentido y sea cual sea nuestro sector de actividad podemos obtener un beneficio. Y no hay que dudar en utilizar un elemento tan importante y de tanta utilidad como éste.
Desde hace un par de años gestiono un gimnasio en mi ciudad de nacimiento. Se trata de una empresa pequeña, en la que la dirección solo la ejercemos dos personas, personas que también nos dedicamos a ocupar el puesto de recepción. Ese puesto era ejercido por mi socio y por mí en turnos de ocho horas. Sin embargo, y como teníamos que atender a un montón de cuestiones relacionadas con el puesto, acaparábamos muchos problemas para controlar el acceso de todos aquellos socios que en ocasiones se agolpaban en masa para entrar al local. Este problema era importante.
Una de las cosas en las que pensamos para resolver esa cuestión fue instalar tornos de acceso. Hacerlo implicaría que desde la recepción nos liberaríamos de una de las funciones que teníamos atribuidas. Era algo necesario y por lo que teníamos que apostar. Y cada día teníamos menos dudas al respecto. Sin embargo, no teníamos el contacto de nadie que se dedicara a instalar este tipo de tornos o que tuviera un conocido dentro de este sector. Por ello, recurrimos a Internet.
Entre mi socio y yo comenzamos a rastrear diferentes páginas web en busca del mejor proveedor en el campo que nos interesaba. Después de unos días de intenso trabajo, dimos con la página de Gestigym, una entidad que parecía ser justo lo que estábamos buscando. En sus catálogos podíamos comprobar el tipo de tornos que nos podían proporcionar y el precio, y la verdad es que ambas cosas nos convencían en gran medida.
Nos pusimos en contacto con los responsables de dicha empresa para obtener más información y nuestro convencimiento aumentó exponencialmente a causa de la seriedad y la confianza que nos mostraron en el trato. Nos aseguraron que la eficacia de sus tornos estaba más que comprobada y que ningún cliente le había reportado un error en el funcionamiento del sistema.
Mi socio y yo, al fin, nos decidimos a comprar los tornos que nos ofrecían desde Gestigym y, en apenas unos pocos días, sus profesionales estaban en nuestro gimnasio para instalar el producto, cuestión que no les llevó demasiado tiempo ni esfuerzo. Respiramos. Ya no deberíamos ocuparnos del acceso al local. Nos acabábamos de librar de una de nuestras competencias.
Fluidez y rapidez en la entrada de gente
El efecto en nuestro día a día fue inmediato. Durante los primeros días repartimos tarjetas para que cada uno de nuestros socios pudiese acceder sin problemas al gimnasio. A partir de entonces, dejamos de padecer esas grandes colas de gente que se formaban justo delante del mostrador a cierta hora para que validáramos su entrada. Se había automatizado el sistema de entrada y eso nuestros clientes lo valoraron una auténtica barbaridad.
A decir verdad, no sé qué hubiésemos hecho si no hubiéramos contado con el apoyo de Internet para llegar a la empresa que necesitábamos. Lo cierto es que pudimos conseguirlo de la misma manera en la que podemos conseguir un montón de cosas más. Internet ofrece una cantidad enorme de ventajas. ¿Hay inconvenientes? Claro que sí. No es un espacio perfecto. Pero a la hora de emprender y gestionar un negocio, puede ser un arma infalible como demostró ser en nuestro caso.
