Os voy a contar cómo ha cambiado mi vida en los últimos años. Y es que después de sacar la oposición de profesor de gimnasia todo ha cambiado. De toda la vida yo había vivido en Madrid, pero está claro que si quieres encontrar trabajo tienes que abrir tu mente. Contra todo pronóstico, yo tuve que salir de la capital, la ciudad de las oportunidades, para encontrar trabajo. Después de dos años de duros estudios, casi sin salir de fiesta, logré uno de los objetivos de mi vida, ser profesor de Educación Física.
Recuerdo que cuando me tocó elegir el destino pude elegir entre otras ciudades como Valladolid (demasiado frío), Teruel (aunque dicen que existe no lo tengo claro) y León (muy lejos). Así que la elección no fue dudosa, elegí Segovia porque las combinaciones son muy buenas. Gracias al AVE puede estar en menos de una hora en mi destino, ya que aunque lejos, sigo todavía llevando a mi ciudad en el corazón. Afortunadamente vuelvo a casa por Navidad, (como el del anuncio), Semana Santa y en verano. Como todo en la vida, los principios fueron duros, pero al final, siempre sale el sol.
Con vistas al Acueducto
Lo primero que tuve que hacer es buscar casa. Afortunadamente acudí a SegoHouse, una agencia inmobiliaria situada en el centro de Segovia, formada por un gran equipo que posee una dilatada experiencia en el sector, que me lo puso muy fácil. Me ofrecieron un buen número de apartamentos y al final aposté por uno bastante céntrico. Solo con decirte que desde mi ventana puedo ver el acueducto de Segovia, sin duda uno de los monumentos más grandes de España, está todo dicho. Es una gozada ver esa imagen. Incluso en invierno aquí nieva bastante y puedo ver todo nevado.
Lo que más me gusta de Segovia es como se come. Por supuesto que lo primero que se te viene a la cabeza en esta provincia es su cochinillo. Pues sí, es una gozada. La gente de otros lugares de España no lo conocemos del todo hasta que no te comes uno aquí. Hay sitios históricos muy buenos, creo que todos sabemos el nombre, pero os aviso de que aquí se come bien en muchos lugares. Seguro que el bar más pequeño te hace un cochinillo bien rico. Todo ello regado con un buen vino de la zona. Aunque también recomiendo que se coman aluviones, un plato contundente pero con el que te quedas como Dios.
Falta deporte
Segovia es mucho más, ya que tiene una gran oferta turística. Mi pareja tenía miedo de que no hubiera tiendas para comprarse sus ropitas. Y claro, el primer día comprobó que en esta ciudad hay de todo. Lo que sí echo de menos es algo más de deporte. Su equipo de fútbol está en Tercera División y apenas hay deporte de elite. Solo el fútbol sala me quita un poco el gusanillo. El mítico Caja Segovia juega en el Pedro Delgado, el deportista más glorioso de esta ciudad, y es el único que mantiene la bandera del deporte segoviano. Esperemos que en los próximos años, haya más, porque pienso quedarme mucho más tiempo.
¿Qué te parece Segovia? Yo recomiendo esta ciudad para trabajar y por supuesto para vivir. Por cierto, no te olvides de coger lotería de Navidad porque la suerte suele visitarle mucho.