Cuando nos enteramos de que a nuestro compañero Sevilla le faltaban pocos meses para jubilarse, nos dio mucha pena, ¡todos lo apreciábamos un montón! Es que como Sevilla había pocos: trabajador, puntual, sonriente, siempre dispuesto en ayudar, nunca hablaba mal de nadie… ¡El colega perfecto! Entonces, decidimos entre todos que le teníamos que preparar una fiesta especial y regalarle algo de lo que nunca se olvidaría. Pero, ¿qué tipo de regalo? “¡La impresión digital!”, soltó Pepa. Había visto una tienda súper chula y de última generación en Internet, ubicada en Málaga y llamada ControlP, que ofrecía cantidades de soluciones de impresión digital textil en gran formato y de máxima calidad. “¿La impresión textil? –dijimos sorprendidos– Hum, hum…”, añadió ella de manera enigmática y sonriendo… Y nos explicó su idea. “¡Excelente!”, gritamos todos al unísono… ¡Vaya que sí! ¡Era buenísima la idea de Pepa!
Las semanas siguientes fueron muy intensas. No sólo nuestro amigo y colega Sevilla no debía enterarse de lo que estábamos preparando a sus espaldas, sino que también teníamos que recoger sobre él cantidad de información proporcionada por nuestros cómplices: sus familiares y amigos íntimos, para la realización de nuestro peculiar y entrañable regalo. A saber, fotografías, fechas importantes, anécdotas, etcétera… ¡Un TRABAJAZO de órdago! Pero… ¡Cuánta emoción! ¡Parecíamos niños pequeños! Y el buen hombre, como de costumbre: sonriente y apacible… A tres mil lenguas de imaginarse lo que se estaba tramando para su jubilación.
Y llegó aquel viernes… su último día de trabajo en la empresa. La verdad, es que no estábamos para risas ese día… Pensar que ya nunca más lo veríamos entre nosotros, nos sumió en una triste melancolía. Pero, ¡así eran las cosas! Después de tantos años de trabajo, ¡se merecía por fin un tiempo de descanso para poder disfrutar de su tiempo y de los suyos! Con lo cual, seguimos con nuestra labor como si nada. A Sevilla, se le notaba, sin embargo, un poco triste y ensimismado. Ese viernes se mostró todavía más cariñoso y buen compañero que de costumbre. Nos dijo que a la hora de cerrar, nos invitaba a todos a un piscolabis y a una copa de champán para celebrar su “retirada”, como dijo con pudor.
Y así fue… Cuando cerramos, todos los compañeros nos dirigimos a la sala de reunión donde estaba montado un lujoso cáterin con todo tipo de delicias, y por supuesto ¡el famoso y legendario champán “Dom Pérignon”! elaborado en Francia, en la región de Champaña, tal y como nos lo había prometido Sevilla. Nosotros, para disimular un poco, le regalamos un libro en el que habíamos cada uno escrito una pequeña dedicatoria. Estuvimos recordando viejos tiempos, le dijimos a qué punto había sido siempre un colega excepcional y cuánto le íbamos a echar de menos. Sevilla nos agradeció nuestra presencia y, conmovido, nos abrazó a todos. Salió de la sala sin darse la vuelta y saludando con la mano… ¡Pero lo más grande estaba por venir!
Cuando Sevilla entró a su casa se extrañó de no ver a nadie, ni siquiera al perro recibirle con cariño. La casa estaba sumida en una total oscuridad. Encendió la luz del pasillo… ¿Dónde se habían metidos todos? Seguro que le esperaba una nota escrita sobre la mesa de la cocina… ¡Pero nada! ¡Qué raro! Se quitó los zapatos y se dirigió hacia el salón… Encendió la luz… ¡Madre de Dios! ¡Casi le dio un infarto del susto! Pues, allí estábamos todos: familiares, amigos, colegas, vecinos, conocidos… para recibirlo. Cada uno de nosotros llevaba puesta una camiseta con su fotografía cogida durante un evento compartido por ambos y una impresión personalizada: “Sevilla es un marido especial… Sevilla es un padre especial… Sevilla es un hombre especial… Sevilla es un amigo especial… Sevilla es un colega especial…” Los cuadros habían sido personalizados, cada cojín del sofá llevaba impreso su rostro y habíamos puesto banderolas publicitarias y fly banners por todas partes en las que se podía leer: “Sevilla tiene un color especial…” ¡Vaya que si le causó impresión! ¡Lloró de emoción!
Por ello, si buscas causar impresión, no lo dudes y ¡piensa en la impresión digital! En ControlP, encontrarás a unos auténticos profesionales y todo lo que necesites.