Si tenéis que ir al dentista en los próximos días os recomendamos que os leáis este artículo acerca de la diferencia entre acudir a una clínica privada de odontología de las de calidad, de toda la vida, como puede ser la del doctor Morante, en Madrid, frente a ir a una sucursal de cualquiera de las cadenas low cost que se anuncian por la televisión.
Es posible que muchos de vosotros os quedéis fascinados con los precios que ofrecen frente a las clínicas tradicionales de toda la vida y os tiente la posibilidad de probar sus servicios, pero vamos a daros algunas razones por las que nos decantamos por un servicio de confianza como puede ser el de la clínica Dental Morante, en Madrid.
- El dinero, aunque suene a contrasentido, os lo vais a ahorrar en la clínica dental de toda la vida. Sí, es difícil de creer, pero lo que os venden en el precio que os anuncian por la tele no tiene nada que ver con lo que luego os cobran. En esa cantidad suelen estar excluidos diferentes servicios que no dejará de lado vuestro dentista de toda la vida, quien os dará el precio final del tratamiento y difícilmente este variará a no ser en caso de algún extraño imprevisto. Ocurre como cuando vais por la calle y leéis en un cartel que en tal peluquería os cortan el pelo por diez euros y luego entráis y os van sumando suplementos en razón de si queréis crema, un tratamiento de keratina, o simplemente que no os dejen pelos de leones y salgáis peinados de allí no para ir a una boda, pero sí peinados como si vinieseis de casa.
- El trato personalizado es también otra de las claves que no todas las clínicas aportan. Normalmente el dentista de toda la vida es aquel que os conoce, que os ha recomendado un amigo o al que lleva tiempo yendo la familia. Pero en una clínica de estas low cost los trabajadores van turnándose o incluso se mueven con facilidad en cuanto fuera de allí les ofrecen un trabajo mucho mejor remunerado, por lo que el trato no es el mismo. Además, hay que tener en cuenta que trabajan por cuenta ajena, a diferencia del dentista de la clínica de siempre, que suele ser autónomo y tiene que procurar tratarte lo mejor posible para que quedes contento y vuelvas a acudir a su consulta.
- La calidad de los materiales que se utilizan. Hace poco el presidente del Colegio Oficial de Odontólogos y Estomatólogos expresó su preocupación al respecto, explicando que el uso de dicho material de baja calidad puede suponer un daño para la salud de los pacientes.
- Debemos tener también en cuenta el nivel de los profesionales que trabajan en este tipo de clínicas. Ahora estudiar es algo que se hace de una manera más común entre los jóvenes, ya no hay tantas diferencias como antes y las becas facilitan el acceso a los estudios a todos. De esta forma proliferan los licenciados en Odontología que son contratados en este tipo de clínicas low cost una vez que salen de la carrera sin apenas experiencia, cosa que no ocurriría en una clínica de toda la vida, donde el dueño no permitiría a nadie hacer ciertos tratamientos hasta no ver que tenga una experiencia suficiente en un campo en el que él mismo entiende lo que están haciendo para juzgar si el nuevo está preparado o no.
- Por último, es clave también saber que estas clínicas low cost no dejan de ser un negocio frente a las clínicas de toda la vida, donde al dentista se le presupone, además de querer hacer de esto su trabajo, una cierta vocación.