Las empresas son entidades que podríamos catalogar como imprescindibles para que la vida en un lugar sea de la más alta calidad. Con empresas, hay empleo. Y con empleo, hay dinero para las familias. Dichas familias, con sus nóminas, pueden acceder a una vivienda y a un bienestar que les haga felices. Y eso incentivará el consumo en diversos sectores. La economía es una rueda y lo que acabamos de comentar es una explicación de ello. No cabe la menor duda de que mover el dinero siempre es una buena acción para incentivar la vida en un lugar.
La principal diferencia entre las zonas ricas y menos ricas en un país siempre se va a medir por el número de empresas que operan en unos lugares y en otros. Siempre han existido diferencias en lo que respecta a esto dentro de un mismo país. En Italia, por ejemplo, es mucho mayor el número de empresas que se sitúan en la mitad norte que en la mitad sur. En Alemania, son más las entidades de este tipo que trabajan en la antigua RFA que las que trabajan en alguna ciudad que fuera propiedad de la RDA. En España, también existen diferencias. No podía ser de otra manera.
En el interior de nuestras fronteras, destaca el hecho de que hay una enorme diferencia entre ciudades como Madrid y Barcelona y otras zonas, más rurales, en las que apenas hay actividad. Tal y como ocurría en los ejemplos de Alemania o Italia, esa diferencia estriba en que en Madrid y Barcelona existen miles de empresas, mientras que en las zonas rurales apenas hay alguna. Está claro que esto supone un efecto negativo sobre el poder adquisitivo de las personas que viven en espacios rurales y poco habituados.
Según una noticia a la que pudimos acceder gracias al diario La Razón, Barcelona es la segunda provincia de España en lo que tiene que ver con el número de habitantes por cada empresa, que es de 5’86. La provincia barcelonesa es la segunda, solamente superada por Madrid, y ambas cuentan con una amplia ventaja con respecto a otras ciudades españolas. No es de extrañar que así sea. Se trata de una zona en la que hay bastante inversión y en la que las empresas tienen mayores facilidades para crecer y para desarrollar sus objetivos, algo básico para obtener la rentabilidad que tanto buscan.
No es de extrañar, teniendo en cuenta la enorme cantidad de empresas que existen en la provincia de Barcelona, que los lugares de encuentro empresarial en la Ciudad Condal se hayan multiplicado en los últimos años. Desde Mitre WorkSpace nos han hecho saber que este tipo de espacios están siendo demandados de una manera bastante más amplia que en épocas pasadas (la mayoría de reservas, por cierto, se realiza a través de Internet), lo cual convierte a este sector en rentable y potencia su imagen de una manera bastante más poderosa que antaño. Sin duda, este tipo de lugares responden a una necesidad básica de unas empresas que, aunque se hayan digitalizado y apuesten por el teletrabajo de sus empleados y empleadas, siempre requieren de un espacio físico para mantener el contacto con clientes y proveedores.
Empresas de todos los sectores
Una de las cuestiones básicas que han hecho de estos espacios de coworking tan demandados es el hecho de que hay entidades de todo tipo que los necesitan. Tanto las empresas de corte más industrial como las startups requieren, al menos de vez en cuando, de un espacio físico en el que poder reunirse (entre sus órganos directivos o con otras empresas) para un determinado asunto.
Teniendo en cuenta que Barcelona es una ciudad ideal prácticamente para empresas de todos los sectores y tipos, no es de extrañar que haya una enorme cantidad de espacios de coworking en la Ciudad Condal. De hecho, cosas como estas son las que ayudan a que las empresas de la zona tengan más facilidades a la hora de trabajar. Y es que es en un entorno en el que puedes encontrar más proveedores donde sabes que tu negocio tiene una mayor probabilidad de éxito. Cuantas más empresas puedan ser susceptibles de trabajar con nosotros, mejores precios podremos obtener y más cerca nos tendremos la una a la otra para cualquier cosa que sea necesaria.
Mantener la relación personal con gente de empresas que trabajan con nosotros es algo muy importante, más incluso de lo que pensamos. Esa cercanía es algo que, al final, se traduce en eficiencia puesto que, si nos conocemos personalmente, tenemos una visión mucho más amplia de lo que la otra empresa necesita o de lo que quiere a cambio de sus servicios. Esto es algo que no podemos perder. Las relaciones humanas siempre han de formar parte de la vida de los individuos y los espacios de trabajo conjunto contribuyen de una manera sustancial a que se desarrollen dichas relaciones.